martes, 29 de diciembre de 2009

LA COLUMNA DE JAVIER.


Atraído por la necesidad de relatar las cosas cotidianas y alejarme un poco de las rimas nace “La columna de Javier”. Un espacio alargado y vertical donde escribiré al día a día, a lo que me afecta, me enamoran y me disgusta. Y plasmando esos flexibles pensamientos en un folio en blanco, como mi mente lo dicta, sin metáforas, atacaré a los dolores que atentan contra mi posición erguida. Contra esos males he creado este pilar donde los artículos de opinión tomarán las riendas (sin prospecto) y para explicarme, desahogarme, y de esta manera poder seguir caminando derecho. Al menos eso quiero.
Se que los traumatismos cuestan, pero mi objetivo es quitarme esas inflamaciones musculares que a veces me contraen, me irritan o me llenan de euforia y contándoselos a vosotros, descontraerme yo.
Mi columna es el eje fundamental para estar erguido.
Para seguir estándolo necesito un andamiaje de palabras, esta vez nada barrocas, simplemente escribiré las voces que salen de mi boca. Intentaré ,como reto personal, corregir y atajar las malas curvas de mi médula espinal que en ella aparecen de un tiempo a esta parte, y desde luego, intentaré corregir mi cuerpo hasta tener una postura envidiable, recta, lineal aunque no rígida.
Este es el porqué y el dolor de mi columna.
Entonces, porque quiero que mi cráneo se siga sosteniendo sobre ella, porque necesito que no me falle y mucho menos a mi centro de gravedad le dedicaré estas páginas que aun no he escrito sabiendo que las llenaré de inquietudes, sonrisas y opiniones que rodean mi médula espinal y a veces me cuesta mantener dentro, calladas, porque en ocasiones hacen daño.
Espero que el seguimiento vuestro, y vuestras opiniones sean beneficiosos para mis óseos huesos; que tras este primer diagnóstico pueda sonreír feliz detrás de un comentario que hayáis dejado aquí, porque manteniendo mi columna contenta y atenta podré ser más ligero, más creador y mejor persona, y porque sin ustedes, esta columna mía (vuestra) comienza a deformarse, y pierdo la cabeza.
Hago así, de esta forma, mi radiografía más intima, y la muestro a ustedes, impacientes pacientes, para que estar en pie, erguido y animado sea la mejor manera de atravesar un día. Leyéndome.



Un beso enorme y un gran salto (cuidando mi columna) para desearos un Feliz 2010.
Yump!!!





JAVIER BRAVO.
Barcelona, 29 de diciembre de 2009